Es un enfoque estructurado para asegurar que los cambios se implementen de manera fluida y eficaz en una organización. Este proceso incluye herramientas, técnicas y métodos para gestionar el lado humano del cambio, asegurando que las transiciones se realicen sin problemas y que se alcancen los objetivos deseados.
Reducir la resistencia de los empleados y otras partes interesadas hacia el cambio.
Asegurar que los cambios se adopten y se utilicen de manera efectiva en toda la organización.
Un cambio bien gestionado puede reducir costos asociados con la resistencia al cambio, errores y retrasos
La gestión eficaz del cambio puede mejorar la moral de los empleados y aumentar la productividad al reducir la incertidumbre y el estrés.
Las organizaciones que gestionan bien el cambio son más adaptables y pueden responder mejor a las condiciones del mercado y a las oportunidades emergentes.
Facilita la implementación exitosa de estrategias que son esenciales para el crecimiento y la competitividad de la organización.